jueves, 26 de agosto de 2021

Siguen sin ver y sin escuchar lo evidente.


Negarlo resulta más cómodo. Pero  meter la cabeza en un agujero como los avestruces nunca resuelve los problemas que crecen más arriba.

La gente cree que unos aerogeneradores gigantescos clavados en el paisaje no suponen ningún daño: son inocuos, invisibles y mudos. Como si no existieran.

Bien, pues mejor que explicarlo es verlo y que cada uno se imagine viviéndolo en su piel, sus ojos y sus oídos cada día, a todas horas, durante años.

Esto es lo que trae un parque eólico a las viviendas cercanas, como les pasará a muchas de Sayago en el caso de que el despropósito termine abriéndose paso.

Nadie querrá vivir así y entonces vendrá el auténtico drama de la despoblación. No hay futuro sin vecinos. Y no hay vecinos en lugares como el del video.