jueves, 25 de marzo de 2021

¿NUESTRA GRAN OPORTUNIDAD?

Hay cosas que son difíciles de explicar, por su complejidad o por la falta de argumentos simples que puedan acompañar a quien lo intente.

Los argumentos simples, sencillos y directos calan y facilitan la comprensión por quienes están prestando atención. Un ejemplo muy ilustrativo lo tenemos en la afirmación de que las instalaciones de generación de energía eólica traerán empleo. Es una afirmación sencilla, simple y muy fácil de comprender y aceptar. A quienes habitamos la España vacía, escuchar este argumento nos predispone a aceptarlo como bueno, muy bueno. Es lo que queremos escuchar, no hay más que hablar.


Ahora vamos a dar un paso más: la afirmación de que es la última oportunidad para la comarca. Escuchar este argumento de quienes rigen los ayuntamientos, ciertamente apocalíptico, nos obliga a contemplar con angustia y deseo lo que va a llegar; con angustia porque pueda materializarse el abandono y dejar pasar la oportunidad y, con deseo, porque se llenen los pueblos de gente, se abran las tiendas, los bares los colegios y los espacios de ocio y conversación.


Además de todo lo anterior, para dar impulso a los argumentos, la tercera afirmación es que traerá dinero a los ayuntamientos y se podrán hacer muchas cosas. 


Ahora bien, frente a estos argumentos que tratan de impulsar la construcción de macroparques eólicos en las zonas rurales, cada vez más despobladas y con menos servicios, habrá que construir una realidad alternativa que, por compleja que pueda ser, debemos convertir en sencilla.




Desde la plataforma Otra vez NO en Sayago queremos informar, a todo aquel que se preste, por qué no son buenas para la comarca este tipo de instalaciones. Lo hacemos desde la sencillez y siempre pensando que las personas que habitan Sayago conocen, mejor que nadie, lo que son las promesas y en qué se convierten.


Sayago necesita un plan de desarrollo que traiga empleo estable y duradero. No podemos considerar empleo local a quienes vienen a construir un parque y, una vez finalizada la obra, la empresa se va y el empleo desaparece.


Sayago no necesita últimas oportunidades. Necesita construir sobre la base de lo que tiene, que es mucho: un desarrollo sostenible basado en la calidad de sus productos y de su entorno, que os recuerdo que está integrado en la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica, siendo unos pocos países quienes pueden hacer gala de dicha distinción. Si nos cargamos el paisaje y convertimos la zona en un enjambre de aerogeneradores y placas fotovoltaicas habremos socavado el futuro de esta comarca.


Por último, recordar a los ayuntamientos y a quienes los rigen, que para sacar provecho de una instalación como esta hay que saber negociar, no vender el patrimonio rural a la primera de cambio, a quienes vienen a esquilmar el territorio y a contribuir con menos de un 5% del beneficio anual obtenido.

Salvo algunas excepciones, ningún vecino de la comarca obtendrá beneficio de este tipo de instalaciones. No habrá compensación económica por ceder terreno público de pasto, que no podrá ser aprovechado por el ganado; no va a tener beneficios netos en la factura de la luz, seguirá pagando lo mismo en función de lo que consuma; no van a abrirse las consultas rurales todos los días; y no habrá ventajas que permitan ser más competitivos frente a otras regiones mejor ubicadas y desarrolladas.


Los ayuntamientos con las migajas que reciban harán frente a las deudas y tratarán de convertir

los pueblos en pequeñas ciudades. Instalarán rotondas con flores, pavimentarán las plazas y

construirán aceras en la carretera. Sin olvidarnos de las magnificas verbenas que volverán a

hacer vibrar a los jóvenes y menos jóvenes en las plazas de los pueblos.

Sayago necesita personas que con su ejemplo nos digan que hay futuro y otra forma de entender el territorio y las oportunidades, dejando a un lado el melodrama y sacando a la luz todo lo que somos y tenemos.




Gracias a ser rural podemos albergar un futuro, vivimos en una zona de una belleza increíble, con un valor medioambiental y paisajístico reconocido y premiado. Disponemos de un parque natural y el reconocimiento de ser Reserva de la Biosfera. Mantenemos formas de ganadería extensiva que, junto a la conservación de razas autóctonas, nos permiten criar uno de los mejores ganados del mundo; Los terneros, Los corderos, los caracoles, las ranas, la miel, el vino, la cerámica, el paisaje, el silencio... ¿a qué estamos esperando?


Hagamos una cosa: pensemos en los argumentos y trasformemos la realidad.

Esa sí es nuestra gran oportunidad.




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